Por
Andrés Álvarez Arboleda
Tradicionalmente
se ha debatido si una obra teatral desarrollada a partir de una obra literaria
debe ser fiel al texto de origen, a la literatura. Felizmente en la actualidad
existe casi un consenso sobre que la obra teatral debe ser fiel solo al teatro:
la tarea en estos casos no es adaptar la obra original, sino des-adaptarla. En
este caso, el grupo Punto de Fuga, de El Peñol, trajo a escena algunos cuentos de
Nicolás Buenaventura (hijo de gran dramaturgo caleño) poniendo todo su énfasis
en las exigencias propias del teatro, si bien la poética de los cuentos
alcanzaba las palabras, los objetos escénicos y la danza.
Frente
a la voz única del cuentista, la obra La
Palabra utilizó en su concepción el método de creación colectiva; y de
varias piezas literarias independientes creó una sola obra teatral, cuya
reflexión esencial recae en el lenguaje mismo.
Posiblemente
de este génesis nació el tono particular de la obra que, con un escenario
blanco y cargado de fantasmagorías extasiadas en una especie de danza ritual, impacta
al espectador con un sentimiento de extrañeza. Si se tiene en cuenta que “el
mundo” –desde la palabra y el movimiento del cuerpo de los personajes– apenas
va a ser creado en escena, la presencia y la potencia de este extrañamiento precisamente
es lo que permite la comunión entre los artistas y el público, y justifica la
obra.
No
es un riesgo menor el que ha asumido Punto de Fuga con La Palabra. Cuando el objeto de una obra es el lenguaje mismo y,
por tanto, el conflicto dramático es difícil de concretar y puesto en el plano
de la imaginación pura, se exige de manera especial al público a la hora de
acercarse e interpretar la obra. También se exige a los actores para dotar de
inteligibilidad el drama. Punto de fuga
supo integrar la música para darle eficacia a la comunicación poética,
manteniendo la idea de génesis: primero surge el lenguaje, luego las primeras
historias, luego, de la maleta que es el único objeto que aparece en escena,
surgen instrumentos musicales y nace la música. Finalmente aparece el hombre.
Aquí
hay un acto de coherencia: la reflexión y la autorreflexión. En La Palabra aparece una nueva obra y
también se abre el origen del mundo.
Obra:
La Palabra
Grupo:
Punto
de fuga
Municipio:
El
Peñol
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