Por Julián Acosta Gómez
La risa es el borde del vacío. De cara a la comedia
los seres han de enfrentarse a sí mismos y verse los rostros. Pero la catarsis
generada por lo hilarante no pretende quedarse en una liberación de las presiones
vitales: la risa es una reflexión honda en la condición humana. En La obra de teatro Tres
del grupo Lágrimas y gozos se narra una historia que entrelaza la
cotidianidad y la exaltación dado que se nos presenta la vida normal de tres
amigas que se reencuentran luego de muchos años, de cómo han sido sus vidas
pero también de cómo sus relaciones tensas generan el conflicto de la obra: la
necesidad de embarazarse.
La Escenografía de la obra recae en algunos
utensilios que recrean la sala de estar de una casa, luces invariables y
algunos paisajes sonoros que completaban elementos narrativos de la obra, las
acciones físicas son leves y en la mayoría de los casos son accesorias al
texto. Por lo anterior, la potencia dramática
recae enfáticamente en la interpretación y en el texto. Así la exigencia
expresiva de las actrices requería una fluidez dialógica que trasciende la
recitación para llegar a la naturalidad de la palabra viva, lo cual funcionó en
la relación que tejían los personajes. Tres mujeres con características
bastante claras desde la dramaturgia y que en la interpretación no se
desdibujaron.
En términos de contenido podríamos decir, no sin
exagerar, que la obra se remite a una pregunta por la soledad desde la
perspectiva de lo que callan las mujeres, de la vida íntima de la femeninidad
desde tres visones (prototipos, si se quiere): La mujer exitosa, la apática y
la sutil. Estos personajes no son planos y dentro del desarrollo de la obra
adquieren múltiples transformaciones que pretenden exhibir los matices de la
mutabilidad humana. El tema de la soledad sigue siendo esencial en la obra si
la pensamos en la oquedad que deja la plástica: ese espacio casi insaciable
donde las tres mujeres intentan abrigarse en una relación distópica que se sostiene
más en la necesidad que en el deseo, donde la compañía es una lucha contra la
soledad ( que es una forma del vacío) y no una búsqueda por la afinidad con
otros. Por ello las leves acciones entre ellas van expresadas desde la apatía y
la desconfianza pero no siempre, dado que en sus interrelaciones ya está instaurada la ficción de la afinidad.
Finalmente, la obra termina siendo un sustentación de estas ficciones frente a
la soledad ya que la tragedia enarbolada por ellas mismas termina por dejarlas enlazadas
en un abrazo colectivo y risas, lo que en términos simbólicos se presume como
la asimilación de la tragedia mas no como la eliminación del conflicto. El
abrazo final afianzan la soledad del individuo pero la posibilidad de las pequeñas
simpatías por un bien común.
Obra: Tres
Grupo: Lágrimas y Gozos
Municipio: El Retiro