lunes, 18 de diciembre de 2017

¿ESTE ES MI LUGAR?





Por Julián Acosta Gómez

Yo-yo está en su cajita y se niega a salir. Yo-yo está encerrada en su fortaleza frágil. Yo-yo es la metáfora de las pulsiones y azares que gobiernan en la mente humana.  La obra que presenta el grupo Cometierra se pregunta por tres de los conceptos psicoanalíticos más representativos de la conceptualización freaudiana: el ello, el yo y el superyó. Los conceptos determinan los diferentes matices y momentos del personaje Yo-yo- por encontrar su espacio. En la etapa del ello vemos  que la personaje se torna impulsiva y es dominada por sus principios más elementales, por el miedo y la ira. En los momentos del yo consigue entablar una relación con lo otro y logra mediar sus impulsos para asir la realidad. El superyó está puesto en escena como el ser que la personaje desea alcanzar, el yo ideal del que nos habla el psicoanálisis. El pacto que asume el espectador con respecto a la historia que está presenciando está dado en la capacidad de ver los tres elementos diferenciados en un solo personaje mientras que en las personalidades humanas son capas que se superponen para la construcción del individuo. Yo-yo podría entenderse como un símbolo del funcionamiento  de una  psique.

Las exploraciones conceptuales llevadas al arte pueden terminar en fracasos cuando se renuncia al lenguaje artístico para caer en los terrenos de lo discursivo, en Encerrada no se olvida el lenguaje teatral. Este monólogo se potencia dado que el personaje de Yo-yo es una clown que lucha consigo misma, se busca a sí misma y tiene un prospecto de sí misma. Además, el recurso de la risa atraviesa la obra como un medio para la comunicación efectiva de elementos teóricos del psicoanálisis: la construcción de este aparataje resulta comprensible y no farragosa. Hay otro estado además de los tres ya mencionados que se presenta en la obra, es la duda, la sombra. El monólogo se abre con un juego de sombras donde pareciera que el espectador asiste a los propios movimientos de la personalidad de Yo-yo: a veces furtivos, a veces acompasados y otras, dubitativos. De esta manera, la composición simbólica de la obra alcanza tanta fuerza que en las interacciones con el público o en la forma en que la actriz resolvía las fallas técnicas el personaje no dejaba el recinto, permanecía a la vista de todos.

La obra encerrada muestra la fragilidad de los deseos humanos desde una perspectiva enternecedora, pero también nos encara la realidad de la desolación, de una mentalidad condenada a buscarse a sí misma y a no encontrarse.

Obra: Encerrada
Grupo: Cometierra
Municipio: El Santuario






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